La refutación es una variante del discurso argumentativo, a través de ella se defiende un punto de vista a través de la contradicción e invalidación de otras opiniones. Por su carácter persuasivo es indispensable que tenga argumentos fuertes y fundamentados, evitando el uso de ambigüedades.
Las características de la refutación son:
a) Asertividad:
Uso de oraciones positivas para expresar y defender las preferencias personales. Es una habilidad de revelación que expone información individual para entender y satisfacer nuestras necesidades comunicativas a través de nuestra expresión consciente, congruente, clara, directa y equilibrada.
b) Seguridad:
Entre más seguridad se muestre en la construcción de los argumentos propios más difícil será a los demás cuestionar nuestra postura personal.
c) Cohesión:
Los argumentos expuestos deben ser claros, precisos y sobretodo tienen que apoyar una hipótesis principal. Sólo así se logra una tesis fuerte difícilmente debatible. También se hace necesario prevenir o anticiparse a las contrargumentaciones para reforzar los puntos que pudieran significar un quiebre en el discurso
No hay comentarios:
Publicar un comentario